INTERPRETACIÓN DE ANALÍTICAS

Interpretar Analíticas Clínicas y las Cartas del Tarot

Cuando nos enfrentamos a los resultados de una analítica de sangre o cualquier otro tipo de prueba de laboratorio, es fácil caer en la tentación de querer entenderlas y para ello, de simplificar su interpretación: ver números, compararlos con los valores de referencia y asumir que no debe ser tan complicado entender lo que está pasando en nuestro cuerpo.

A todos nos pasa en la mayoría de materias, joder, a mí me pasa constantemente cuando hablo con alguien de mi equipo y le pregunto que todo lo que me cuenta está bien pero: ¿es bueno o es malo?.

Y me frustra que me digan que ni una ni otra, sino que hay que analizar el contexto y valorar opciones.

Por desgracia, interpretar analíticas es un proceso que va más allá de observar si un número está "alto" o "bajo", nunca va de blancos o negros, y aunque quizá en el futuro trate de redactar alguna guía mínima para orientarse, creedme si os digo que no es algo que nadie te pueda enseñar en un manual.

Pensaréis que me estoy flipando, que como especialista, tengo titulitis y creo que sin un doctorado es improbable que nadie pueda hacer lo que hago yo. Pero os digo de corazón que es muy complicado. ¿Por qué?. Pues porque la inmensa mayoría de los conceptos que suelo relacionar o conectar, realmente tienen sentido juntos si entiendes lo que se esconde debajo de cada término.

Me importa muy poco que alguien diga que comer huevos va a destrozar tu LDL si realmente, todo lo que tiene para poder definirlo son treinta palabras y no puede entender cómo funciona, dónde lo hace, de que depende y donde influye dentro del cuerpo.

Hace años conocí a un tipo que era capaz de tocar de tocar una canción de oído con tan solo escucharla un rato. Me dijo que no era ningún superpoder, sino que había practicado durante 20 años.

Y aunque sin algo de talento y vocación estés perdido, efectivamente, hace falta mucha práctica para poder hacer según qué cosas.

Y no se trata de dárselas de genio, muchas veces es al contrario y lo más agudo que puedes hacer, es decirle a la persona que tienes delante, que acuda a un especialista porque su caso excede tus capacidades y las de las propias analíticas.

En un hospital, con la maquinaría adecuada y las pruebas oportunas, muchos problemas pueden ser mejor resueltos.

Si para un médico puede ser realmente complicado realizar un diagnóstico aun estando dentro de sus competencias, si no es algo que entre dentro de lo que hace habitualmente; de verdad os digo que en muchas ocasiones, tratar de interpretar cifras como quien traduce un texto del israelí con Google Traductor, puede incluso llevarnos a un susto, por un error sea en la dirección que sea.

Un ejemplo simple

Imaginemos que recibes una analítica y observas que las enzimas hepáticas, como la GOT (AST) y la GPT (ALT), están elevadas.

A simple vista, podrías pensar que hay un problema hepático.

Pero ¿es esto necesariamente cierto?

Para interpretar correctamente estos resultados, debemos considerar no solo los niveles absolutos de estas enzimas, sino también su relación entre sí (ratios), su comportamiento en el tiempo, la presencia de otros marcadores como la GGT (gamma-glutamil transpeptidasa) o la bilirrubina, e incluso todo tipo de factores externos o circunstancias que has de saber valorar.

Unas enzimas hepáticas elevadas solo señalan una sobreactividad hepática, pero no necesariamente significan daño hepático: pueden estar elevadas por muchísimas razones; unas más graves de lo que puedes llegar a pensar o al contrario, ser simplemente anecdóticas dentro de un determinado contexto.

Y a esto hay que añadir que, cuanta más información paralela uses, cuantos más datos aportes en tu análisis, más complejo se vuelve todo y más equivocado puedes llegar a estar.

El papel de la LDH o de la fosfatasa alcalina arrojan información extra, que solo puede ser entendida si también pones atención a otros valores relativos al daño celular, posible inflamación en un sinfín de órganos que a su vez tendrán sus propios valores relacionados...una hostia.

No es promoción sino atención

Con esto no quiero promocionar mis servicios, y os animo a consultar con cualquier especialista en quien depositéis vuestra confianza. Por suerte, es un servicio que aunque siempre trato de ser flexible y tener disponibilidad, no puedo ejercer mucho más de lo que ya hago.

No, no quiero clientes sino que os cuidéis, que os hagáis todas las pruebas pertinentes y que tengáis a vuestro lado a un profesional que os asista. Es todo.

Paz